El baño es una de las estancias más importantes en una vivienda. Y quizá no se le presta toda la atención que debiera en muchos casos. Sobre todo, en una reforma. Muchas veces, se pasan por alto elementos clave a la hora de reformarlo y luego surgen problemas. Por lo tanto, antes de reformar el baño es necesario tener en cuenta una serie de puntos clave. Si lo haces, hay muchas posibilidades de que la reforma del baño sea un éxito.

Pero antes de empezar, hay que tener en cuenta que la remodelación de un baño resulta más cara en muchas ocasiones que la de otras áreas de una casa. Por tanto, habrá que destinarle una cantidad de dinero notable. Por ejemplo, en caso de que la remodelación de esta estancia coincida con la de otras estancias, e incluso con la de la vivienda completa, hay que dejar un porcentaje apreciable del presupuesto total para el baño. Generalmente, entre el 5% y el 10%. Para saber aproximadamente cuánto destinar, hay algunas claves que, si se tienen en cuenta, pueden dar pistas sobre esto. Aparte de esto, es aconsejable tomar cuidadosamente las medidas.

Puntos a tener en cuenta antes de reformar el baño

Uno de los primeros puntos que hay que tener en cuenta antes de comenzar una reforma es saber cuánto ha pasado desde que se hizo la última reforma. Esto puede ayudar a conocer el estado de las cañerías. En caso de que tengan más de 20-25 años, la reforma debería aprovecharse para cambiarlas. Es posible que en este momento no den problemas, pero debido a su antigüedad, es posible que en unos pocos años sí las den. Por tanto, habrá que hacer de nuevo una obra, con todo lo que ello conlleva, y gastar más dinero. Si se cambian con la reforma, se hará sólo una obra y se evitarán problemas posteriores.

También es el momento de decidir si se desea hacer cambios en su estructura o sus elementos. Por ejemplo, sustituir una bañera por una ducha. O si, en caso de que haya espacio suficiente, se prefiere instalar dos lavabos en vez de uno. Así, dos personas podrán utilizar el aseo de manera simultánea. También es el momento de, si en el domicilio hay ya alguna persona mayor, instalar elementos de seguridad para facilitarles tanto el aseo como el uso de los sanitarios. Por ejemplo, colocar un asa de seguridad en la ducha. O un soporte para poder apoyarse para sentarse y levantarse en el WC.

Asimismo, es conveniente aprovechar las «zonas muertas». Por ejemplo, la parte inferior de los lavabos, para hacer armarios y otros espacios de almacenamiento. Y si la estancia en la que se sitúa tiene unas dimensiones generosas, se puede probar a separar la zona del WC del resto. Para ello basta con levantar un pequeño muro, de altura media, que evite que otras personas que están en el aseo puedan ver a quien está utilizándolo, bien por completo o en parte.

En los baños de grandes dimensiones también se puede optar por instalar una zona de ducha separada de la de baño. Así se podrá utilizar tanto para darse una ducha rápida como un baño placentero y relajante.

Estos son algunos de los puntos a tener en cuenta a la hora de reformar el baño. Nosotros te podemos ayudar de muchas formas a lograr el baño de tus sueños.