Los procesos constructivos son los culpables del 40% de las emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera. Este dato ha desatado todas las alarmas dentro del sector. Por esta razón, uno de los objetivos es el establecimiento de una construcción sostenible. Para ello, ya se han empezado a probar materiales ecológicos que supongan un respeto por la naturaleza que nos rodea.

Materiales para una construcción sostenible

La construcción ecológica nunca sería posible sin un cambio en los materiales utilizados. Pero, ¿qué es necesario para que una materia prima sea considerada como sostenible? Desde hace algunos años se ha venido estudiando las propiedades de nuevos materiales para la construcción. Sus características se centran especialmente en su capacidad para ahorrar energía, así como para su reutilización y bajo impacto en la naturaleza.

En definitiva, un material es sostenible cuando:

  • No contamina el medio ambiente.
  • Es de larga duración.
  • Tiene un precio accesible.
  • Su procedencia es de fuentes renovables.
  • El consumo de energía es bajo.
  • Su composición posee un porcentaje de material reciclado.
  • Es valorizable.
  • Suponen un cuidado para la salud de las personas.

En base a estas condiciones, la construcción sostenible se asienta en el uso de materias primas, tales como la madera natural, la pizarra, la piedra, la fibra de celulosa, el barro cocido y los materiales termoplásticos como alternativa al PVC.

Los beneficios de la construcción sostenible

Como decíamos el sector de la construcción ha empezado a tener en cuenta el consumo de la energía y los recursos naturales, así como su impacto ambiental. Este gran paso implica una serie de ventajas tanto para la naturaleza como para la seguridad de las personas.

Y es que teniendo en cuenta los tres principios de la construcción ecológica (reducir, reutilizar y reciclar) podemos asegurar ciertos beneficios:

  1. Menor consumo de energía.
  2. Reducción de las emisiones de gases contaminantes.
  3. Protección de los ecosistemas.
  4. Conservación de los recursos naturales.
  5. Menor impacto sobre el cambio climático.
  6. Optimización del ciclo de vida de los edificios.
  7. Cuidado de la salud de las personas, así como de su seguridad.
  8. 13% menos de costes por mantenimiento.
  9. Mayor retorno de la inversión, ya que una casa sostenible se verá amortizada a medio plazo gracias al ahorro de energía.
  10. Los propietarios reconocen disfrutar de una mayor comodidad en sus viviendas (aislamiento acústico, confort térmico, etc.)

Finalmente, la construcción sostenible ya está siendo subvencionada en muchos lugares por gobiernos y ayuntamientos. Otro punto a favor de este nuevo concepto de edificación.

Conclusión

La construcción sostenible es el futuro del sector. Su demanda es cada vez mayor por una parte de la población con una alta conciencia medioambiental. Y es que hoy día, es necesario cambiar de mentalidad para entender que es necesario cuidar de la naturaleza para asegurar la continuidad de los diferentes tipos de industria.

La edificación ecológica ha demostrado así que es posible construir una vivienda cómoda y armónica con el medio ambiente sin abusar de los recursos naturales. Te invitamos a seguir leyendo nuestro blog para estar al día de toda la actualidad en cuanto a materia de construcción se refiere.