En un contexto donde la necesidad de ampliar la oferta de vivienda se vuelve cada vez más urgente, el Gobierno ha tomado medidas decisivas para acelerar la construcción de vivienda. En una reunión histórica en la Moncloa, el presidente Pedro Sánchez, junto con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, y el sector de la construcción se han comprometido a impulsar una «alianza de país por la vivienda» a través del uso de la edificación industrializada, un modelo que llevamos reivindicando en REBUILD desde nuestra primera edición.

La iniciativa más destacadas es la modificación inmediata de la orden ECO/805/2003, que tiene como objetivo despejar los obstáculos que ralentizan la agilidad administrativa en la gestión urbanística. Este cambio no solo aclara la situación actual, sino que también abre las puertas a la inclusión de la industrialización de la construcción.

Así, la modificación de la normativa abre un camino esperanzador para el sector y para el desarrollo de la industrialización en nuestro país, ya que es la primera vez que se lleva sobre la mesa política la necesidad de regular el modelo a fin de ampliar las opciones de vivienda en España. En este sentido, ha quedado patente, tal y como hemos expuesto en REBUILD, que la colaboración entre la administración, los promotores, y los constructores es clave a fin de conseguir estimular la construcción industrializada y que devenga una alternativa real y viable a la hora de alzar nuevos edificios.

La financiación de la industrialización, más cerca

La industrialización supone un soplo de aire fresco y una palanca de modernización y crecimiento en la edificación, que con su aplicación, se logrará reducir los tiempos de construcción, disminuir los costes y, de acuerdo con lo que busca actualmente el Gobierno, brindar vivienda pública a precios más asequibles. Esto se debe, igualmente, a la digitalización de los procesos, algo que también promueve la eficiencia, y por consiguiente la descarbonización, y la atracción de talento más cualificado, joven y femenino.

Sin embargo, a pesar de las ventajas evidentes que ofrece la construcción industrializada, el sector se enfrenta a desafíos significativos en cuanto a financiación, asunto que ha sido profundamente analizado en REBUILD. De hecho la séptima edición del evento, que cerró sus puertas el pasado 21 de marzo, dejó clara la necesidad de conceder crédito no solo a los proyectos industrializados desde el punto de vista de los procesos de construcción, sino también con vistas a establecer grandes factorías donde producir de una manera escalable. Es por este motivo que el Gobierno también está trabajando en medidas que faciliten la concesión de préstamos por parte de entidades bancarias.

Otra medida clave estudiada por el Ejecutivo es la modificación de la ley de Suelo, un proyecto que actualmente se encuentra en tramitación parlamentaria exprés. Esta modificación busca evitar que proyectos urbanísticos se paralicen debido a errores considerados menores, proporcionando así un marco más claro y ágil para el desarrollo de nuevos proyectos.

Auténtica colaboración público-privada 

En resumen, el compromiso del Gobierno español con la construcción industrializada es creciente y cada vez más claro. Se están haciendo pasos concretos para desbloquear los cuellos de botella que afectan a promotores y constructores en su día a día, y la construcción industrializada se presenta como una herramienta decisiva en este proceso. Con la colaboración público-privada y la voluntad de todas las partes involucradas, estamos ante una oportunidad única para impulsar el sector y satisfacer la creciente demanda de vivienda en España.

Es momento de aprovechar esta oportunidad y trabajar juntos por un futuro industrializado en el que se asegure la vivienda asequible, la competitividad, la digitalización, la descarbonización y la incorporación de las nuevas generaciones en la edificación.