Reducir la factura energética de un lado y dejar de ser el sector más consumidor de energía del otro.

Estos son los objetivos. La Comisión Europea invertirá más fondos que nunca para financiar proyectos que tengan por principal objetivo conseguir mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y privados e incluso de barrios y distritos enteros.

Los servicios de apoyo al desarrollo del proyecto se dirigirán principalmente a los hogares y asociaciones de propietarios para “aumentar la comodidad y reducir las facturas de energía”.

La UE debe ser un buen ejemplo del uso efectivo de los fondos públicos: cada euro que se ha gastado desde la Comisión Europea en los últimos años ha atraído 40 euros adicionales en inversiones, apoyando la reducción de las facturas de energía, la mejora de las condiciones de vida y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.