El antiguo paradigma basado en creatividad, siendo generalista, teniendo la suerte del «me compran», trabajando en un ámbito local y en un formato de taller o estudio, pasamos ahora a un nuevo paradigma basado en la innovación, siendo especialista, teniendo la misión de «me vendo», trabajando en un entorno global y en un formato empresarial.
Cuatro casos reales nos ayudarán a revisar este cambio de modelo.