Tanto desde el mundo de la promoción como del mundo de la arquitectura, llegan reclamaciones y opiniones encontradas sobre el estado de la Administración Pública. A veces como «stopper» de la innovación y a veces como organización aún no digitalizada, las sensaciones sobre su nivel de adecuación a la normativa europea incluso a como se elaboran las licitaciones con la nueva Ley de Contractos del Sector Público, destapan problemáticas que afectan la Construcción Industrializada y el uso de BIM como metodologías de trabajo colaborativo, por ejemplo.